jueves, 2 de enero de 2014

Laguna de Rosales


Amo a tu sombra resplandeciente,
que llega y acaricia con una vivencia pasada la anhelación
cada viaje, cada instante,
cada persona, cada cesto de tu alma o cada canción

Un momento, un rencuentro
pero ¡oh! ¿Cómo hacer que te estabilices en un cuerpo?
me gustan tus narices, tus pieles y tu centro;
jugueteas y corres con un solo anticipo
el de perderte de la vereda de mi vida
pobre destino con nostalgia destripada

Es fácil reconocerte como una flor rosada,
tu color favorito un indicio para echarte una mirada
tienes tu peculiar baile,
una historia inconclusa entrañable,
dulce-picor-ácido,
futuro lloroso y acosquillado

En cada nueva voz anhelas oír
la primera vez que mi amor te hice sentir
tus ojos perfumas y embeleses
con las posturas que tomas me estremeces


Si nuestro camino es el mismo...,
esperaré observarte en un ocaso que penetre las ventanas de nuestras animas
que llegué hasta a lo profundo de mi abismo
y todo sin brotar las lágrimas.


Chouseth Alberto Cortes Torres

No hay comentarios.:

Publicar un comentario