domingo, 8 de diciembre de 2013

La dulce Almendra

Cada nota mas aguda me acerca mas a la oscuridad, al fondo de tu negro diapasón a dominar tus cordales y hacer gemir tus efes con una armonía mas intensa, jadeante, inmensamente doliente hasta tu alma hasta lo mas profundo de tus escotaduras. No me interesa si pierdo la cordura, o la razón, si me vuelvo esclavo del timbre de tu voz, no me interesa nada más, mas que tocarte.




chouseth Alberto Cortés Torres Derechos Reservados.

jueves, 5 de diciembre de 2013

A Judith.

No hace falta más que un terrón de azúcar que me encontré mientras limpiaba mi alcoba para recordar la dulzura de los besos tuyos que me han  hecho tanta falta.
Y entre toda esta nostalgia, mi letra se desvistió un poco, pues mi alma desnuda se encontró entre la ropa sucia de varios días, era capaz y capaz  de varias eras de no lavar; esa agua que compraste el día que nos regresamos de Guanajuato estaba ahí enterrada y a pesar de tener tantos meses. La abrí y la olí para darme cuenta que aun olía dulce a tu perfume. Judith, no sé si tirar el agua o quedármela con todo lo que me has dado.
Buscaba escribirte un poema, pero termine escribiéndote una de tantas cartas que por azares del destino no he envido o se han perdido.
Tal vez termine convirtiéndome en un filatélico, por buscarte y buscar el tiempo perdido en uno de tantos timbres de tus cartas, a pesar de que solo sean tres. Mi comportamiento fabril, solo es una mascará en conjunto con mi coquetería, la verdad es que te extraño tanto. Tal vez cuando llegue esta carta, si llega, ya me habrás mandado al carajo y mi pecho sonará mucho tiempo como un carcaj descompuesto para después caer en el silencio de mi boca.
Sé que no te he valorado como tú a mí, así que si te fuiste de mi vida, te enteres o no, todas las tardes de destino me sentaré a tomar un Pernod en una terraza ligera con mi soledad mientras conversamos de ti.
En una de esas tantas tardes espero que llegue la muerte a la reunión. Va a llegar corriendo, como siempre y como es de acelerada va a querer llegar a hacer lo que tiene que hacer; Así que espero que mi soledad le coquetee un poco, para que me dé tiempo de platicarle de ti y te salude de mi parte en tu vejez, y si pierde los estribos con el alcohol la hago jurar que tu momento sea suave, porque sé que no me cumplirá volverte eterna.

Izare mi calma un poco para decirte que también encontré un par de fotos de dos personas, en estos momentos, irrelevantes; pero que sus voces en mi mente dijeron: “Pendejo” o en muchas palabras, que no te dejará jamás si un quieres estar conmigo.
Aun así pienso que deberías besuquear a alguien más por el puro antojo, a pesar de que me arriesgo  a perderte de esta manera, es decir si decides que prefieres  estar con otros labios cuando ya pueda estar contigo.
Sea  como sea he vaciado mi botecito de palabras en esta carta, también mi sentir y mis saudades de ti, a pesar de todo esto aún me queda la duda de que es una aljaba y que sucede con una dilación las cuales nada tiene que ver con el palanquín suelto de mi cabeza.


PD. No te preocupes de que ande con alguien más, en realidad la música es mi espanta amores.

ATTE.

Alberto Cortés Torres