miércoles, 1 de enero de 2014

El sacrificio de los ángeles.

Vinieron dos ángeles a mi vida
se escondieron en gruñidos y temores
a todo momento en furia fluida,
me enseñaron todas las verdades.

Vinieron dos guerreros, con palo y sangre,
 sacrificaron a cronos y murieron de hambre,
a Hefestos le entregaron su alma.

La emoción de llorar remuerde con estima,
la ignorancia angelical, una mirada celestial
dos niños ingenuos ante la modernidad.
Vinieron a hacerme una prueba difícil,
hecho la moneda, el destino,
 y recorrió mi camino.
Corre el tiempo, a prisa,
se derrama la inocencia, a metros cúbicos,
bestia poderosa que devora posibilidades,
capital, que  fagocita sueños.
Sus miradas siguen inocentes y sencillas,
en sus ojos no soporto ver caras bufonas.
¡¿Qué hacer para ahuyentar mi “fracaso”
y darles un poco de sus deseos?!
Quisiera triunfar, en estas líneas
verlas gozar su objetivo cumplido
Y verlos a ellos fuera de marea
que dios les de vida de cupidos.


Chouseth Alberto Cortes Torres

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