domingo, 5 de enero de 2014

A kali la diosa de la guerra

Te voy a decir porque nunca pude amarte. Porque mi corazón es tan frágil como una planta, y tú, eres como un niño inocente, que al jugar entre el pasto, arrancas miles de ellas como parte de tu juego. Porque no me amas, no me amas, solo deseas tenerme y como me escape de tu colección de mariposas aun me anhelas, pero sé que si estuviera ahí mis alas ya estarían inertes adornando un muro que de vez en cuando voltearas a ver.

También es porque siempre dices que me necesitas, que quieres tenerme, que quieres, quieres y quieres, y jamás preguntas si necesito algo o me siento bien. Porque cuando me vez con alguien más lo agredes, me defiendes como si fuera un pedazo de carne en vez de entender lo que me hace feliz.
Por eso querida, aunque tu cuerpo sea fogoso y este recuerde al mío con alevosía, es solo eso. Porque te conozco bien, y sé que eres una niña berrinchuda que siempre obtiene lo que quiere, pero el amor no se obtiene, se da, y ya si a uno le dan amor es mera reacción del que uno ofrece.

Espero me entiendas y aprendas a amarte, porque eres una linda menina, que he de decir que en su momento me generabas deseo, pero al entender tu condición, lo que pasamos, toda esa maldad que habita dentro de ti, con todo ese dolor que buscaste incrustarme, y no lo lograste; yo quedo con las ganas por los suelos de abrir mi corazón a tus  más internos caprichos.

P.D. no todo se trata de luchar y ganárselo, a veces lo importante no es ganar a la fuerza, ni luchar como perros, sino disfrutar el camino y disfrutar el momento, a veces así se construye el amor de lo etéreo y espontaneo de salirse de sí. Y ver por el otro, no por lo que uno desea.

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